No te olvides de mi nombre

Imagen cedida por Alex.

Miles de lágrimas recorrían el alba, buscando un lugar donde descansar.

El anochecer palidecía, dejando en el recuerdo un lamento silencioso.

Rompiendo con fuerza sus esponjosas vestiduras, exhibía al viento su azafranado rostro y gritando, mostraba su dolor mientras angustiado, seguía llorando al mirar lo que durante tanto tiempo quiso evitar.
Sollozando cubrió su rostro con sus manos, apartando las saladas gotas… dejándolas caer.


Y la bestia, al verlas, decidió sumergirse en ellas, tintándolas de rojo mientras apenada limpiaba delicadamente su cuerpo.

Me pierdo en la oscuridad, buscando a tientas un camino por el que perderme.

En silencio, escucho mis pensamientos. Mandándolos callar, cierro mis puños y aprieto mis dientes hasta sentirlos explotar.

Inmóvil, miro a al lóbrego vacio viendo mas allá de su oscuridad.

Respiro hondo cerrando los ojos, llenándome de su olor.

Sintiendo su tacto sobre mi piel, dejando que penetre en mí.

Sintiendo su gélido afecto, impregnándome por completo de todo su dolor, dejando que me sienta… hasta que forme parte de mí.

Vació el cajón dejando que la ropa cayera sobre la cama.

Buscó sin encontrar lo que deseaba.

Abrazó toda la que colgada pedía a gritos que la rescataran y arrojándola al suelo hurgó entre ella sin ver lo que anhelaba.

De rodillas en el suelo, respirando profundamente, miraba a su alrededor sin ver absolutamente nada más que caos.
Apretó sus labios y notó un gesto en su mirada, que rápidamente borró.

Rojo, azul, blanco, gris, rosa, negro…

Casi sin mirar, rompió el recuerdo al encerrar todos esos colores; casi sin mirar, notó la soledad de su armario; casi sin mirar sonrió al saber que ahora, comenzaría de nuevo.

Rojo ocaso,
Que se pierde en el cielo.
Grises y brillantes duermen,
Esperando el destierro.

Arropa sus piernas
Entumece sus sentidos
Destroza sus mejillas.

Mientras exclaman
Al viento
Sus tiernas plegarias.