Foto cedida por Alexander J.L.
Tengo ganas, de volverte a oír.
De adormecerme mientras tu voz acaricia suavemente mis
despiertos sueños.
Sentirte vibrando en cada suave y grave nota, mientras mis
ojos no saben si seguir mirándote o cerrarse por atreverme a tocarte.
Tengo ganas de notar cómo mi piel se eriza al sentir el
caluroso frío que desprendes, mientras me miras casi sin hacerlo, mientras me
tocas casi sin sentirme.
Tumbarme a tu lado acariciando las palabras que cautelosas
rugen y pecaminosas se tintan en mi piel.
Tengo ganas de perderme en tu cuerpo, de abalanzarme sobre
ti y con los ojos cerrados sintiéndote así vibrar, poder oler ese aroma que
casi no recuerdo.
Quiero que mi corazón tiemble, quiero que mi mente vuele
sin rumbo fijo, quiero que mi cuerpo se rinda al escuchar de nuevo tu voz.
Sentirte palpitar cuando estas calmado, estirar mi sonrisa
cuando estés enojado.
Estoy cansada de que el tiempo pase y que tus ojos se
olviden del suave perfume que me adereza, que no recuerden mi sonrisa; que no se
acuerden de mi voz; que no sientan mis abrazos; que no me añoren, cómo lo hago
yo.
Tengo ganas de adormecerme al sentirte vibrar. Tengo ganas
de tumbarme a tu lado, quiero que mi corazón tiemble al sentirte palpitar.
Estoy cansada por tenerte ganas y no me canso por quererte tener.