Creo, que ya va siendo hora de parar, de quedarme quieta…
completamente inmóvil y únicamente observar.
Ver detenidamente esos arenosos caminos y no pensar por
cual de ellos he de avanzar, no imaginarme a dónde me llevarán…sólo mirarlos, detenerme
ante ellos y dejar que sea el tiempo el que me rompa.
Un paso tras otro, caminando despacito mientras se aceleraba
el camino, me he ido rompiendo poco a poco igual que las olas rompen las rocas,
igual que los truenos le gritan al silencio…
…Qué más da ya si reír o llorar, si las lágrimas inundan
una sonrisa que escapa del llanto y las palabras se pierden antes de escribirse
por no querer ser encontradas…
Aquí me quedo, inerte pero no indiferente, esperando que al
amanecer o en cualquier otro momento, mis ojos se cierren, mis pies se muevan y
mi camino me encuentre.