Lobo

lunes, 3 de enero de 2011

Gracias a unas fotografías de Alex J.L. , y a sus comentarios en algunas de ellas, hemos creado una pequeña historia que ahora dejo para que vosotros la disfrutéis.

Espero que os guste…

Imagen cedida por Alex

“La deforme criatura seguía mis pasos y yo me sentía perdido en un bosque de sombras...”

Mirando al cielo, deseaba encontrar un camino, buscando entre sus miles de formas susurros que me guiasen…

Exhausto y confundido abrazando los árboles que a mi paso me sujetaban, limpiaba la sangre de mis heridas mientras rezaba pidiendo clemencia por mis actos, esperando el perdón por lo que aún no ha sucedido…. porque en la oscuridad mis actos son claros…

”La luz de la luna le daba un respiro a mi huida aunque sabía que la criatura no andaba lejos...El frío era helador, pero era el terror lo que paralizaba mis movimientos…”

Mi mente era incapaz de pensar con claridad y allí, perdido en el silencio, suspiraba mirando el gélido manto mientras suplicaba un rápido desenlace.

La criatura cada vez más cerca reclamaba mi vida excitada y eufórica.

Temeroso, levanté la vista descubriendo el final de mi camino y con lágrimas en los ojos avancé lentamente hacia los brazos del abismo.

Y allí, sin más, en el abismo te volví a encontrar.

Protegida entre efímeros cortinajes.

Difuminándose para demostrar todo su esplendor se mostraba dulce y bella mi temida y adorada luna.

La única que me mira con ternura… por la que me siento condenado a escapar del mayor de los dolores… a la que amo profundamente y odio por mostrarme mi alma salvaje… a la que temo por darme esa criatura que me invade… a la que venero por darme la fuerza que todo ser humano anhela.

Ahí estas, mi amada e inalcanzable Luna…

Otra vez has conseguido que mis palabras se conviertan en aullidos.



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